– Dígame una última cosa -pidió Harry-. ¿Esto es real? ¿O está pasando sólo dentro de mi cabeza?
(…)
-Claro que está pasando dentro de tu cabeza, Harry, pero ¿por qué iba a significar eso que no es real?

– Conversación Harry y Dumbledore
Harry Potter y las Reliquias de la Muerte
(Cap. 35, Pag. 607)

viernes, 15 de septiembre de 2017

"De ruvias, pan de molde y capitalismo (a tru estori)"


El caso es que esta vez sí que tenía una lista, lo que pasa es que me la había olvidado en casa. De ahí que fuera por el super sin orden ni concierto, deteniéndome en cada sección un buen rato, a ver si así algún producto se hacía cargo de mi incapacidad, y saltaba de motu propio a la cesta. Tres cosas eran seguras: pan de molde, un pollo y un melón....y así lo hice, y en ese orden: pan de molde, un pollo y un melón. El resto vino solo, aunque de forma caótica, según aparecían en mi memoria. Tan pronto  cogía dos pimientos como pillaba un brick de leche o volvía a los tomates pasando por la cerveza. ¡Jamón de York! Me dirigí pletórica a la charcutería y pedí 200 gramos de jamón de York sin sulfitos, sin sulfatos, sin colorantes, y pa'mí que sin cerdo, pero ese es otro tema.
Fue mientras esperaba a que lo cortaran cuando me si cuenta.
El pan de molde estaba debajo de un pollo, un melón, doce latas de cerveza, un kilo de tomates, un brick de leche, unos plátanos, pimientos, rabanitos, un litro de zumo detox, y demás frutas y verduras varias.
Me arrodillé allí mismo, ante el mostrador de la charcutería, y empecé  a sacar y desparramar toda la compra por el suelo del super con la urgente misión de salvar al pan de molde, o lo que pudiera quedar de él.
 Os acordáis de la madre de Carol Anne cuando intenta desesperadamente rescatarla del fondo de la piscina enlodada por la lluvia y rodeada de cadáveres en Poltergeist? Pues lo mismo.
Os podéis  imaginar lo que encontré. Aquello no tenía solución .
Mientras la charcutera seguía cortando (no sin dejar de mirarme de reojo), cogí  el amasijo informe de lo que unos minutos antes era un precioso pan Bimbo integral sin corteza, y volví a la zona de panes para cambiarlo por uno en perfecto estado....y entonces, a mitad de camino, me cayó la ficha.
Si colocaba ese pan roto en su estante, con toda probabilidad nadie lo cogería, por lo que lo más seguro es que esa misma noche lo desecharan. La comida que se desecha en los super no va a comedores sociales ni a ONGs, casi siempre se tira. Con la de hambre que hay en el mundo. Puta sociedad de consumo. Puto capitalismo...Y así con todo, no arreglamos nada, lo tiramos y a otra cosa.
Qué cojones le pasaba a ese pan? Nada. Estética.
Y yo? Yo que tanto reniego y tanto me quejo, estaba haciendo lo mismo. Parte del juego, parte del sistema. No es con el ejemplo con lo que hay que predicar? No hay que ser coherente y consecuente con uno aunque a veces joda?
Intenté como buenamente pude devolver el pan a su forma original con las manos. No quedó perfecto, pero me dio igual, al fin y al cabo jamás en mi vida he podido meterme una rebanada de pan de molde entera en la boca.
Por supuesto lo compré.
Según subí al coche me empecé a reír de mí misma y me asaltó la duda: ¿ he colaborado con un granito de arena, o simplemente soy una ruvia absurdamente tonta?

3 comentarios:

JC dijo...

Pues.... colaboraste con tu granito de arena, ... puede, también puede que seas una rubia absurda, .... todos lo somos a veces y.... de seguro que además eres GENIAL. 😂

JC dijo...

Pues.... colaboraste con tu granito de arena, ... puede, también puede que seas una rubia absurda, .... todos lo somos a veces y.... de seguro que además eres GENIAL. 😂

Anónimo dijo...

Tu desesperación no sería como la madre de Carol Anne no compares mierda de comentario