– Dígame una última cosa -pidió Harry-. ¿Esto es real? ¿O está pasando sólo dentro de mi cabeza?
(…)
-Claro que está pasando dentro de tu cabeza, Harry, pero ¿por qué iba a significar eso que no es real?

– Conversación Harry y Dumbledore
Harry Potter y las Reliquias de la Muerte
(Cap. 35, Pag. 607)

martes, 24 de febrero de 2009

Sonidos de feria (rescatado de un verano)

Sonidos de feria, la niña que llora porque no hay patatas, el sol, un té, un delfín que gira y gira colgado de la cola mientras el mono verde sonríe tontamente y la amiga de Cárol me regala un tímido “a ver si quedamos y cenamos en mi casa…”. La tarde respira simpatía, y el que no camina con ritmo suave, permanece despistado en su modélica sillita blanca. Satisfecho.

El viento sopla con fuerza y me trae el olor de cualquier cosa hecha en aceite, y los restos de un polen perezoso que se desprende de un árbol a regañadientes.

Lo próximo serán las hojas.

sábado, 7 de febrero de 2009

Ésta noche

Esta noche, como otras tantas, se desprenden las alitas y así, desnuda y sin saber volar, comienza de nuevo el proceso de adaptación esta vida que sin saber muy bien si es mía, tiene la facultad de no separarse de mí. Aunque no me guste. Aunque para encontrarse en mi espejo me arranque lo mejor de mí.

Esta noche, con el permiso de lo que quise ser voy a ser lo que soy. Y con las alas dobladitas y bien guardadas el cajón más pequeño del armario, sacaré brillo a una sonrisa ya gastada pero con la que no me defiendo nada mal y cómo no, jugaré a ser la princesa de ese cuento que no está escrito.

Las horas que van desde la puesta del sol hasta cuando oficialmente es de noche tienen la facultad de desasosegarme. Es como si asaltara a la cabeza la sensación de algo mal hecho o inconcluso, claro que a base de repetición una ya ha aprendido a que es solo eso, una sensación. Si a esto le añado que hoy hay luna llena, el proceso de adaptación se vuelve cuando menos hostil y la otra yo, la del espejo, se vuelve aun más taciturna y negativa…suerte de esos pequeños detalles que la meten en vereda y me hacen subir a flote lo justo para otra bocanada, que a base de nadar en agua sucia no recuerdo el sabor del mar.

Ésta es una de esas noches, así que si me ves no tengas miedo en pasar de largo, que después de todo, ni siquiera soy yo…

miércoles, 4 de febrero de 2009

Mis cinco sentidos

Y mientras las palabras afloran en mis dedos

Y la náusea en el cerebro

No consigo sacar del estómago las dentelladas de la rabia

Y el día en que levantas la mirada

Sólo puedes cerrar las fosas nasales a ver si así

De una jodida vez

Entra el aire por la boca y que reviente todo

A ser posible, yo lo primero.