El camino del cole a casa era agradable.
Tranquilo. Al vivir en una zona de casitas de pueblo y urbanizaciones,
apartada de la ciudad y de las zonas turísticas, rara vez me cruzaba con
alguien. Salvo este día.
Este día me topé con una pareja oriental, que
tenía una hija de más o menos mi misma edad y complexión. No se en qué
idioma me pararon y ocurrió esto que veis. Tal cual. Me preguntaron si
podía posar para una foto junto a su niña, y después de
l
clic, me pidieron que apuntara mi dirección en un papel para enviarme
la foto por correo cuando estuvieran de vuelta en sun país. Y así
ocurrió. Sin más.
Aún hoy, cuando veo esta foto, me pregunto a
cuento de qué. ¿Les haría gracia retratar a una niña española? ¿Querrían
hacer creer a sus familiares y amigos que su hija había hecho grandes
amistades en el viaje? ¿Serían psicópatas que planeaban mi rapto y a
última hora se arrepintieron? Y sobre todo: ¿habrá hoy en algún rincón
de China, una tipa de 40 años que, cada vez que mira una foto, se
pregunta quién cojones era aquella niña rubia y de uniforme?
No puedo evitar que mi imagión vuele buscando respuestas, señales, conexiones....
Qué cosas, la vida: la historia tras la foto es que, curiosamente, no hay historia...¿o sí?