– Dígame una última cosa -pidió Harry-. ¿Esto es real? ¿O está pasando sólo dentro de mi cabeza?
(…)
-Claro que está pasando dentro de tu cabeza, Harry, pero ¿por qué iba a significar eso que no es real?

– Conversación Harry y Dumbledore
Harry Potter y las Reliquias de la Muerte
(Cap. 35, Pag. 607)

miércoles, 24 de octubre de 2012

La princesa y el sapo




Vivo en un mundo en el que las princesas llevan más veneno dentro que los sapos y los sapos ya no quieren ser príncipes (sí, homenaje). Nunca fui de cuentos, y es una pena, porque el cuento de tu vida sería digno de contar. Lo que un día fue un sueño hoy es un chicle sin sabor de tanto mascarlo, y ni siquiera hay moraleja final con la que quitarnos este mal sabor de boca. Una pena, insisto. Te diría muchas cosas. Todas, si pudiera. Pero creo que las palabras en ciertas ocasiones solo son un amasijo de letras que no llegan ni por asomo a lo que queremos expresar…y por otro lado, en realidad, no serían más que cuentos.
Te diría…te diría que todos somos ese príncipe anónimo encerrado en una vida que no nos corresponde, ese sapo inútil que croa porque la evolución le otorgó ese don, sin más, y esa princesa que se debate entre puta y princesita de boca de fresa según el postor…(creo que esto también es pura intuición evolutiva). No sé qué es lo que nos lleva a ser uno u otro personaje del cuento, pero me encantaría, que por una jodida vez, ese cuento tuviera un final feliz…aunque sea para el autor.

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